CCOO de Industria de Madrid | 24 de abril de 2024

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Día Mundial de la Salud Mental

Pablo Santiago: “El desempleo y la precarización de las relaciones de trabajo experimentada en los últimos años, tiene una creciente incidencia en los trastornos de salud mental de la población.”

  • En 2019, casi 1.000 millones de personas en el mundo, estaban afectadas por un trastorno mental.
  • En España, tan sólo el 17% de las personas con discapacidad derivada de factores psicosociales, tiene empleo.

Hoy 10 de octubre en el Día Mundial de la Salud Mental, entrevistamos a Pablo Santiago, Secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Industria de Madrid.

10/10/2022. CCOO INDUSTRIA MADRID
Pablo Santiago, Secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Industria de Madrid

Pablo Santiago, Secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Industria de Madrid

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Según el informe mundial de la OMS del año 2022 “En todo el mundo, las necesidades de salud mental son altas, pero las respuestas son insuficientes e inadecuadas”, y por ello se insta a todos los países miembros a adoptar medidas para transformar esta situación.

  • Señala el informe que, en 2019, casi 1.000 millones de personas en el mundo, estaban afectadas por un trastorno mental.
  • En España, tan sólo el 17% de las personas con discapacidad derivada de factores psicosociales, tiene empleo.

El desempleo y la precarización de las relaciones de trabajo experimentada en los últimos años, tiene una creciente incidencia en los trastornos de salud mental de la población.

¿Qué factores influyen en este tipo de trastornos?

Los factores psicosociales derivados del trabajo inciden en este tipo de trastornos. Nos referimos a los problemas derivados de la organización del trabajo, que conforme a la definición dada por la Inspección de Trabajo en el criterio técnico 104/2021 sobre riesgos psicosociales, son:

  • Monotonía, tareas sin sentido, tareas desagradables por las que se siente rechazo, falta de variedad.
  • Carga de trabajo excesiva o insuficiente, presión de tiempos, plazos estrictos.
  • Horarios muy largos o impredecibles, conexión continua al trabajo, trabajo a turnos y trabajo nocturno.
  • Falta de participación en la toma de decisiones, falta de autonomía y control sobre el trabajo (por ejemplo, sobre el método y el ritmo de trabajo, los horarios, etc.).
  • Comunicaciones deficientes, apoyo insuficiente ante los problemas o el desarrollo personal, falta de definición de objetivos.
  • Puesta a disposición de equipos inadecuados o ausencia de mantenimiento, malas condiciones ambientales (falta de espacio, iluminación deficiente, ruido excesivo.
  • Aislamiento, relaciones insuficientes, malas relaciones con los compañeros, de trabajo, conflictos, conductas inapropiadas (Hostigamiento, acoso), relaciones adversas con usuarios o clientes, atraco.
  • Ambigüedad o conflicto de rol, responsabilidad sobre personas.
  • Escasa valoración social del trabajo, inseguridad en el trabajo, falta de promoción profesional.
  • Conflicto de demandas, o exigencias entre ambas esferas, problemas de conflicto y/o sobrecarga de rol (laboral, personal y familiar).

¿Cómo nos ha influido la pandemia en la salud mental?

La pandemia COVID-19 ha servido, en parte, para visibilizar el grave problema de salud mental en nuestra sociedad.

Se han puesto encima de la mesa las deficiencias organizativas de las empresas que se han visto agravadas por la improvisación que se ha producido en el diseño de las nuevas relaciones de trabajo a distancia debidas al confinamiento. Si la situación antes de la pandemia era de un importante daño en la salud, tanto física como psíquica de las personas trabajadoras como consecuencia de factores psicosociales, a los que no se les ha prestado la atención que merecen, con la pandemia y los confinamientos, estos daños en la salud mental han aflorado y se han visto incrementados significativamente.

A partir de aquí, ¿A que retos nos enfrentamos?

Como sociedad debemos reforzar el Servicio Público de Salud Mental, asumiendo la dimensión del problema. Es precisa la contratación de miles de profesionales de la salud mental para prestar una atención adecuada, sin las intolerables listas de espera que hacen, de facto, inaccesible la atención pública a la enfermedad mental. Esta es una de las líneas que desarrolló la proposición de Ley General de Salud Mental presentada en el congreso de los diputados por el grupo parlamentario de Unidas Podemos en septiembre de 2021, actualmente estancada en la tramitación parlamentaria. Esta proposición de Ley propone un incremento significativo de los profesionales en atención a la salud mental.

También como sociedad tenemos el reto de mejorar los datos de desempleo y precarización de las relaciones de trabajo, lo que incidiría, sin duda, en una importante mejora de la salud mental.

Adaptar el trabajo a la persona es uno de los principios de la acción preventiva contenido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Examinando los datos de desempleo de las personas con enfermedad mental (por encima del 80%) podemos afirmar que las empresas no solo no adaptan el trabajo a estas personas, sino que tienden a su exclusión del mercado laboral, una exclusión discriminatoria e intolerable que sin duda los poderes públicos y la acción sindical en las empresas, deberían de abordar.

Visibilizar las patologías derivadas de factores psicosociales considerándolas derivadas de contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales). Actualmente la mayoría de ellas son atendidas por los servicios públicos de salud, que ya hemos dicho, no disponen de los recursos necesarios. Una sociedad que se engaña a sí misma, negando la realidad, difícilmente podrá abordar soluciones. Tampoco parece razonable que el gasto sanitario derivado de los problemas de salud mental en el entorno laboral sea sufragado por el servicio público de salud y no por las Mutuas de Accidente de Trabajo y Enfermedades Profesionales que es a quien correspondería.

Desde CCOO ¿qué medidas se están tomando?

Desde CCOO de Industria de Madrid pusimos en marcha en febrero de 2020 el servicio de acompañamiento psicológico para atender a personas afiliadas y delegadas con problemas de salud mental derivados de factores psicosociales, sobre todo por acoso laboral, a la vista de los innumerables casos que venimos constatando y la dificultad de encauzar un tratamiento a través de quien corresponde.

Además, desde el área de salud laboral de la federación, hemos reforzado la presentación de procedimientos de Determinación de Contingencia ante el INSS consiguiendo durante los últimos años un número creciente de expedientes estimados, tanto en vía administrativa como judicial.

Ha sido significativo en este año la declaración de Accidente de Trabajo de un trabajador de la empresa Bimbo sometido a estrés por una maquinaria defectuosa en la que continuamente se producían fallos y paradas.

Aplicar una acción sindical por nuestras delegadas y delegados para la realización de evaluaciones de riesgos psicosociales en todas las empresas de nuestros ámbitos, que nos permitan detectar las causas que inciden en estos factores y proceder a su corrección. El objetivo ha de ser que ninguna empresa carezca de este tipo de evaluación.

Y por supuesto combatir el acoso laboral en el trabajo, visibilizándolo, denunciando a sus autores, incidiendo en itinerarios formativos para directivos y mandos en las empresas, etc con el objetivo de eliminarlo del entorno laboral.