Una de las muchas movilizaciones que ha protagonizado la plantilla de la fábrica madrileña. Foto: CCOO Madrid
CCOO siempre ha mantenido que la planta de Griñón era rentable y que Madrid y España no podían perder tejido industrial para trasladarlo a otros países, en un sector clave en la transición energética y la digitalización. Lamentablemente, la planta de Schneider se cerrará en 2025, pero el sindicato ha conseguido un acuerdo que garantizará un futuro digno para las personas trabajadoras y que hace especial hincapié en los colectivos más sensibles.
El plan social que ratificó la plantilla incluye prejubilaciones, con acompañamiento, desde los 56 hasta los 65 años, mejoras en la recolocación externa, ayudas al alquiler para la recolocación interna, así como cláusulas de extensión de garantías, que aseguran el futuro de las personas trabajadoras. También recoge indemnizaciones por encima de lo que establece el marco legal, así como un plan de reindustrialización, en el que este sindicato ya está trabajando. Quiere que sea ambicioso, que recoloque a gran parte de la plantilla y que suponga una apuesta industrial en un sector clave dentro de la transición energética.
Tras dos largos años de lucha sindical, el 84% de la plantilla respaldó el 1 de marzo un acuerdo que incluye a todos los colectivos afectados. Destaca por incorporar un proceso de reindustrialización, que permitirá que una nueva inversión industrial aterrice en las instalaciones de Schneider Griñón. Un nuevo proyecto dará impulso económico a la zona y creará empleo.
CCOO de Industria insiste en la importancia de haber sido capaz de añadir, a la negociación y al acuerdo, el elemento de la reindustrialización. El sindicato entiende que las decisiones que voluntariamente toman las multinacionales generan un daño irreparable en las zonas que abandonan. Por lo tanto, deben repoblarlas industrialmente. Esta organización está convencida de que es la única manera de conciliar la libertad de empresa con el derecho al trabajo.
CCOO de Industria, y la comisión de seguimiento que ahora se crea, participarán en una mesa de diálogo social y de reindustrialización que culminará con un nuevo proyecto industrial. Las personas despedidas de Schneider Griñón tendrán prioridad de acceso al empleo industrial que se genere, un puesto de trabajo estable y de calidad que fortalecerá la economía de la región.
Sin duda, la pelea y la lucha de la plantilla, durante tanto tiempo, permitió dar un giro a la situación. CCOO de Industria recuerda que, entre otras mejoras, hoy nos encontramos con una mesa de discusión que dará continuidad a la producción con un nuevo proyecto en las instalaciones de Schneider, que mantendrá el empleo y la actividad.